descorazonado

En verdad no es la distancia de lo andado
no es la velocidad con que se avanza
ni siquiera el andar, no estoy cansado.
Mis músculos se nutren de esperanza,
la esperanza es glucosa a tu costado
pero la lentitud desnorta mi templanza
si me siento parado.

No me pesan los pasos, no ha calado
sobre mis hombros el peso de la lanza
del carro que entre dos sigue empujado
El empujar de dos produce confianza
y me siento a la vez valiente y asustado
sobre este devenir de dichas y bonanza,
pero desorientado.

Mi brújula funciona, ha funcionado
mi instinto, mi paciencia, mi locura
y el eco de tus pasos me ha colmado
Pero a veces la sed no tiene cura
este hueco del pecho no es llenado
en él encuentro un poso de amargura
de descorazonado.

Descorazonado me siento de sufrirlo
descorazonadora aparece la figura
de saber que te sienten, de sentirlo
de verlo, de palparlo, y es ternura
las ganas que se ponen en vivirlo,
pero descorazona mucho la tortura
que supone no oirlo.