Balbuceos del hombre que se asomó a tu mano desde la claridad que tu bata pintaba la primera canción, el primer paso mientras moría la calma del verano, Hacia el verano siempre regresaba, volver sobre las sombras del ocaso demasiado fracaso y demasiada vida con la llama extinguida. Allí tú, envuelta en la ternura con la sutil blancura que da la soledad de la paciencia entre virtud y ciencia y un poso de amargura.
En ese cuerpecillo transparente dos simas de metal, dos manantiales la primera canción, el primer verso del dolor del poema de la gente y restos de los restos naturales Fui el primer converso, anverso sin reverso hacia la llama fría de mi patología. Una lágrima seca unos ojos heridos, una peca recetas de la tinta de la suerte para quienes volvimos de la muerte con la muerte reseca.
Palabras como golpes de martillo sobre el negro del cielo la primera canción, el primer sueño sobre el blanco impecable del bolsillo de la bata que dejas en el suelo con un pueril empeño sin arrugar el ceño y caer a mi altura. Con toda la hermosura que da la cercanía, siempre tuya y tan mía y siempre tan en calma Tiritas para el alma de mi alma en agonía.
Los círculos que cierro con las manos y que abro lentamente, la primera canción, la primera mirada me quedan tan lejanos tan llenos...., tan presente nuestra conversación emocionada vivida, deseada lo que dije y dijiste y viendo lo que viste calzando sobre mi lo que percibo, decidí sobre ti que mejor vivo, tan vivo como triste.
Jamás se levantó una marejada de semejante altura la primera canción, canción interna escondida, callada con la quietud segura y la mirada eterna. El corazón gobierna lo que los pensamientos te deniegan las razones no llegan a entender los caminos del alma y su alrededores La primera canción del corazón que llena de razón la sinrazón y el mundo de colores.
Hoy canto en ti, canción primera que escapa de mi boca desde el labio caliente de lo mío valiente, verdadera sobre mi se coloca en paz el desvarió. Ardor y escalofrío, torrente que me arrastra hacia la nada del todo que supone tu llamada y tu contacto. En este mismo acto me declaro cantor enajenado de todo lo que en mi dejas hallado y del dulce consuelo de tu tacto
No es fácil contar una historia-la nuestra- con esa forma tan tuya, tan honesta, tan desnuda de superficies espejadas. Y quizás por eso siempre me deja sin aliento verme-vernos-en tu mirada. Te quiero sin prudencia, desde el filo de las pestañas, esas que claudican ante una sonrisa sin andamios.
No se porqué casi siempre veo mas allá de muchos poemas mas que un ejercicio literario o un invento de la mente, una recreación de vida. Quizás sea por que "piensa el ladrón..." Lamento que la belleza y el sentimiento de estos poemas se vean enturbiados por el presentimiento, -ójala incierto-, de ver detrás de ellos casi siempre una realidad de sufrimiento.
Ellas me hacen libre cuando dejo que vivan, que salgan de mi boca o caigan de mis dedos como una lluvia fina que sin mojar me cala. Pero a veces son barrotes de la cárcel de alma y nos cierran el paso, encadenan la vida. Mis palabras me hacen, soy mis palabras. , todos y cada uno somos aire exhalado en fonemas y sílabas, en renglones y líneas. Palabras, gran invento. La distinción del hombre de cuanto lo rodea
2 comentarios:
No es fácil contar una historia-la nuestra- con esa forma tan tuya, tan honesta, tan desnuda de superficies espejadas.
Y quizás por eso siempre me deja sin aliento verme-vernos-en tu mirada.
Te quiero sin prudencia, desde el filo de las pestañas, esas que claudican ante una sonrisa sin andamios.
No se porqué casi siempre veo mas allá de muchos poemas mas que un ejercicio literario o un invento de la mente, una recreación de vida. Quizás sea por que "piensa el ladrón..."
Lamento que la belleza y el sentimiento de estos poemas se vean enturbiados por el presentimiento, -ójala incierto-, de ver detrás de ellos casi siempre una realidad de sufrimiento.
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