martes, 5 de enero de 2010

mutis




En la rendija abierta
entra la luz opaca y polvorienta,
los goznes de la duda
giran a duras penas en la noche.
La rueda nunca para,
removiendo el silencio
Bocas mudas, cerradas, ominosas
Silencios como losas
que tapian una puerta
semiabierta, callada y dolorosa.

3 comentarios:

Andaya dijo...

Por las rendijas siempre entra en frío. Dentro o fuera, pero cierra las puertas, que las corrientes no son buenas.

Andaya dijo...

¿Donde quedó silente y renacimiento?
La vida es un libro del que no se pueden borrar capítulos.

uno dijo...

"Solo la mujer habita esta morada y su jardín.No tiene familia ni señor,y no es diosa por que teme: cerró puertas y candados antes de marcharse." La Mujer Habitada; Gioconda Belli

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