domingo, 28 de febrero de 2010

mira si busqué

Ya no duele porque al fin ya te encontré
Hoy te miro y siento mil cosas a la vez
Mira si busqué, mira si busqué
Tengo tanto que aprender
Todo lo que tengo es tu mirar

De mis recuerdos salen brisas a borrar
Las locuras que tú me quieras regalar
Y mira si busqué, mira si busqué
Tengo tanto para dar
Reconozco puertas que yo sé
Se abren solamente alguna vez
Así de poco

Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, estás temblando
Te he buscado en un millón de auroras
Y ninguna me enamora como tú sabes
Y me he dado cuenta ahora
Puede parecer atrevimiento
Pero es puro sentimiento
Dime por favor tu nombre

Yo te llevo por las calles a correr
Vamos lejos más allá de lo que crees
Y si pregunto bien, si pregunto mal
Tengo tanto que ofrecer
Abro puertas que alguien me cerró
Y no busco más sentido a mi dolor

Mira no me vuelvas loco

Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, va temblando
Te he buscando en un millón de auroras
Y ninguna me enamora como tú sabes
Y me he dado cuenta ahora
Puede parecer atrevimiento
Pero es puro sentimiento
Dime por favor tu nombre
No me vuelvas loco
Desde cuando te estaré esperando
Desde cuando estoy buscando
Tu mirada en el firmamento, va temblando
Te he buscando en un millón de auroras
Y ninguna me enamora
Y al final cuando te encuentro
no estabas sola

jueves, 25 de febrero de 2010

lady Madrid



Los gatos andábamos colgados
entre la oscura niebla y las carreras,
se llenaron de estrellas los tejados,
a ras de suelo jeans en las aceras.
Noche por Malasaña, están tirados
resacosos los ramos de las Violeteras.
Pasa un tren, mendigos acostados
en el andén que va a Valdeacederas.
Nadie recuerda a Tos, tiempos pasados
que sentimos quemados, mil maneras
de obviar la soledad de los colgados.
Siguen los gatos y siguen las fronteras
para que caduquemos los visados,
porque en Madrid se mueren las banderas.
Litronas de los parques, escaleras
con los peldaños grises y gastados
suena Burning, y suenan las primeras
canciones con acordes olvidados.
Porque en Madrid las primaveras
pueblan de gatos todos los tejados.

jueves, 18 de febrero de 2010

eterna sombra



Yo que creí que la luz era mía
precipitado en la sombra me veo.
Ascua solar, sideral alegría
ígnea de espuma, de luz, de deseo.

Sangre ligera, redonda, granada:
raudo anhelar sin perfil ni penumbra.
Fuera, la luz en la luz sepultada.
Siento que sólo la sombra me alumbra.

Sólo la sombra. Sin astro. Sin cielo.
Seres. Volúmenes. Cuerpos tangibles
dentro del aire que no tiene vuelo,
dentro del árbol de los imposibles.

Cárdenos ceños, pasiones de luto.
Dientes sedientos de ser colorados.
Oscuridad del rencor absoluto.
Cuerpos lo mismo que pozos cegados.

Falta el espacio. Se ha hundido la risa.
Ya no es posible lanzarse a la altura.
El corazón quiere ser más de prisa
fuerza que ensancha la estrecha negrura.

Carne sin norte que va en oleada
hacia la noche siniestra, baldía.
¿Quién es el rayo de sol que la invada?
Busco. No encuentro ni rastro del día.

Sólo el fulgor de los puños cerrados,
el resplandor de los dientes que acechan.
Dientes y puños de todos los lados.
Más que las manos, los montes se estrechan.

Turbia es la lucha sin sed de mañana.
¡Qué lejanía de opacos latidos!
Soy una cárcel con una ventana
ante una gran soledad de rugidos.

Soy una abierta ventana que escucha.
por donde va tenebrosa la vida.
Pero hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida.

Miguel Hernandez.

miércoles, 17 de febrero de 2010

de mitos y farolas



Penélope sin hilo, linternita en mi barca
de la laguna Estigia con que Ares me llena
mientras rema Caronte, mientras llama la parca
tu faro lleva a puerto a este Ulises de arena.

Atenea sin rama de este olivo gastado
más que conciencia eres como mi farolillo.
Altar, ara, cimiento hundido y levantado
Acrópolis tan bella para un hombre sencillo

Ariadna y yo Teseo, cuando Teseo llora.
Nunca Cronos engendra los hijos de uno en uno
tú, lucidez, mi senda, Eos sobre la aurora
me ayudas a que elija el ovillo oportuno.

Galatea doliente de un Pigmalión maltrecho
victima de Afrodita, y por victima, humano.
No me cabe más cielo que el que llevo en el pecho
desde que lo trajiste prendido de tu mano.

Eurídice que mira sin volver. Tú, paciencia
para el sonido impuro de este Orfeo que sueña
das claridad al canto, me cubres de la esencia
que hace grande lo poco de mi alma pequeña.

Y yo, Jasón, viajero de una empresa imposible
ya tuve una Medea y halle mi Vellocino.
Cambié todo mi oro por tu cuerpo apacible
Solo miro tus ojos mientras llega el destino

oración



Cuando lo consideres oportuno
seré digno. Si piensas que esta herida
no la sufrí bastante,¡más madera!
Si no es este dolor como ninguno
de los que se soportan por afuera
desvuélveme hasta el punto de partida.

Si piensas cuando encuentro una salida
que no merezco más, que no debiera
salir de los problemas y el ayuno,
ayunaré gustoso, no hay comida
que no sea un problema, y si lo fuera
pena: comida, cena y desayuno.

No cejas de eclipsarnos, no hay manera
de que sueltes la presa de esta vida,
sobre los dos un cielo triste y bruno.
Es un cielo de infierno, una batida
de nuestro corazón tan importuno
inoportunamente hasta que muera.

Ya llegaran los días, vendrá alguno,
y si acaso no llega: bienvenida
será la pena. Aceptación y espera.
Solo queda aceptar lo que decida
quien me aboca a lo negro de esta esfera.
Tantísimo penar para morirse uno!

domingo, 14 de febrero de 2010

amarla no es fácil



"Es buena, cuando duerme;
el calor de su cuerpo es un puñal de vidrio
que remonta los sueños.
Cuando calla, es buena
y su voz una premonición olvidada y peligrosa
que arruina el silencio.
Cuando grita o llora
o se lamenta o se divierte o se cansa,
nada puede contener
este dolor alegre que envenena
mis sueños y mi soledad.
Por eso es difícil pensar
en ella, en su cara bondadosa;
abandonarse; por eso
es una cobardía retenerla
y dejarla ir, una pavorosa crueldad.
A veces, cuando lo pienso,
no sé qué hacer con ella,
con este destino luminoso."

AMARLA NO ES FÁCIL. Francisco Paco Urondo

uno mismo




Este miedo de estar consigo mismo,
esta necesidad de otra presencia,
este afiebrado huir de toda ausencia,
este opaco vivir, sin heroísmo.
Sentirse triste así, pero asimismo
culpablemente triste en la apetencia:
Impaciencia que busca otra impaciencia,
Egoísmo que encuentra otro egoísmo.
Esta tremenda soledad lograda
frente a otra soledad inesperada,
este silencio en el silencio largo.
Esta tremenda soledad furtiva
frente a su soledad definitiva.
Este amor sin amor, disfraz amargo.
necesidad de amar: desesperada
inquietud sin descanso ni sosiego
que modera su ímpetu andariego
solamente fugaz encrucijada.
Necesidad de amor inacabada.
Arder sin consumirse en todo fuego,
dar sin darse jamás, con desapego,
buscar, ceder, huir... Y luego, nada.
Necesidad de amor que como un ciervo
a su embrujo infernal, encadenado,
mantiene el ser en la bárbara tortura.
y le deja al final el gusto acerbo
de algún fruto prohibido mal gustado
y una sed insaciable de ternura.

Julia Prilutzky

Sacado del blog RESONASIASMAGNETICAS, gracias por descubrírmelo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

silente



Cuando despierto por las noches, aquí, junto a la llama de este sueño, donde se han ido consumiendo tantas cosas, en estas sábanas calladas que empaparon tanta pena, tanto sudor y llanto, dejo correr la mano hacia lo que era nada y hoy es una tibia presencia silente.
Me conforta pensar que en la vigilia, que entre sueños me miran esos ojos, los que miraban dulces y lejanos, y me sueña esa boca, y me pretende el cuerpo, y me añora la mano.
Me giro de repente, si mas delicadeza que la mía, que es nada, es un suspiro, para sentir el soplidito fugaz, volátil, presuroso de una respiración que ayer mismo no era y hoy es.
El susurro apagado de una boca interroga al azar, y yo sonrió, mucho más hacia mi que hacia el consuelo de ese cuerpo silente.
Se vacía la memoria de todo lo pasado, apurado quedó el cáliz del recuerdo que se colmó de ansias y vísceras dañadas, acogotadas, rotas.
“Temprano madrugó la madrugada” de este estado silente de las cosas, de esta vida llenada, de la cesta de ropa limpia y seca con que ha premiado el tiempo la paciencia silente.
Llegará la mañana, como ayer, y mañana y cualquier otro día, y llegará el verano con sus soles dando paso a la luz y se vendrá el otoño preñado de los vientos y hojas secas, más todo quedará a mi lado con su calma silente.
Me arropo tan despacio que mi mano se nubla, dejo temblar el labio que ansia nuevos besos y tras la oscuridad que todo lo insinúa no veo más que calma, adivino, recreo lo que traerá otro día, la calidez del lecho con su velo silente.
Así, agotado, callado y satisfecho, el sopor de esa nube soberana de vapores de cuerpo y de semilla, de esperanzas de amor y de mañana, me puede y lentamente, a un palmo de la risa, vuelvo a dormir, silente.
Silente: silencioso, tranquilo, reposado.

martes, 9 de febrero de 2010

secando lágrimas



LLORANDO LÁGRIMAS SECAS
Como seca es la vida de quien ahoga su lamento en dolor ajeno.
Secas y amargas me mojan por dentro lo que no muestran por fuera.
Y queman ,abrasan con sal de penas cualquier germen de sueños. Convirtiendo en estepa lo que fuera vergel de vida.
Ahoga la sombra muerta de la muerte que sombría vaga por mi alma vacía.
Rumor de ecos, memoria de recuerdos...lagrimas ácidas que deshacen a su paso esperanza de vida.
Cristales de ilusiones truncadas se clavan en mi piel. Levantan ampollas de confianza quebrada.
Y tu lamento, que acalla el mí,arranca esas lágrimas secas de mis ojos desiertos.
Ahogo, me ahogo.


Puedo pedir permiso?
Puedo cerrar la puerta?
Puedo poblar de aguas
tantas lágrimas secas?

Puedo regar tus ojos?
Puedo sacar afuera
todo lo que por dentro
callaste y lo que esperas?

Puedo apagar el fuego
de sal de tantas penas?
Puedo mostrarte sueños
que soñar no encadena?

Puedo llenarte el alma
y dejarla despierta?
Puedo apartar la sombra,
que la sombra me inquieta?

Puedo hacer de los ecos
esta voz que me suena?
Puedo borrar memorias
con la memoria llena?

Puedo esperar un paso
con la esperanza entera?
Puedo endulzar el agua
que en vez de llorar, riega?

Puedo limpiar cristales
y barrer tus caderas
de las heridas tristes
de las heridas viejas?

Puedo pegarme al lado
de la fe que no era?
Puede mi confianza
restañarte la venas?

Lágrimas, ojos secos
Puertas que ya se cierran
Afueras que son dentros
y que dentro despiertan

Fuegos que se avivaron
pero que nunca queman
Sueños que ya se tocan
y están ahí, tan cerca.

Ya no podrá la sombra
oscurecerte .Llega
la plenitud del beso
con la boca certera.

Nace una voz tranquila
suena una voz serena
los recuerdos sacuden
el dolor y la arena.

Seca tus lagrimales
limpia tu cara, espera
de la esperanza vida,
con una vida plena.

Me beberé tus sales
Me comeré tu tierra
Regaré tu desierto
si yo puedo y me dejas.

lunes, 8 de febrero de 2010

sentaditos



Y ahora vas y te ríes, que te oigo desde aquí. Con esa risa tuya que acaba por alegrarme el día aunque el horno no esté para bollos.
He intentado enjuagar cada una de las lágrimas secas que nublaban esos ojos oscuros que siento encima a cada paso, mirándome dulces, esquivos a veces, tiernos, cantarines, amantes, decididos y claros, vacilantes y oscuros, poderosos, tremendos.
Creo haber pasado la prueba de tus miedos, no tanto de los míos que siempre me acompañan como una lapa atosigante y tenaz. Y mira, aquí estamos, sentaditos, esperando que llegue la primavera con sus días abiertos, con sus luces de oriente y sus lunas tan grandes.
Vendrá la primavera y nos traerá dos sueños de los que se viven una sola vez y que así sea, comprometidos sueños de los de cuento y llama al abrigo del hogar.
Y quien nos lo diría, mira hacia atrás y corre, pero despacio amor que ya tenemos años.
Bueno, aquí estamos, sentaditos, nosotros y los sueños, tules de primavera en un castillo en armas, desarmado y vencido, donde venció tu risa, tus ojos y ese alma que siempre acaba por alegrarme el día aunque el horno no esté para bollos.

don de lenguas



Morí en el alfabeto de tu cuerpo,
siempre lleno de signos intangibles.
Puedo leer tus manos, tus cabellos
el roce de tus senos imposibles
tan azúcar, tan sal vertida en la llanura
incontestable de tu vientre.
Don de lenguas, rendija en la que escapo
hacia esa luz vibrante, cegadora,
interpreto pupilas que se mueven
de lo claro a lo negro,
abanicos terciados y ofrecidos
despliegues que se esconden,
rincones que se ofrecen
a mi lectura lenta y apacible.

Una tinta invisible, una sintaxis,
toda una ortografía que no era,
lo no dicho me cubre y se derrama
dentro de tus silencios y yo entiendo.
Amarilla la fuerza de esta llama
sobre el negro doliente de mis sueños,
sed de saberte y ver, filosofía
plasmada en cada gesto
palabra emparedada y solo nuestra,
murmuración callada, presentida
lectura entre los huesos
atrapada.

Es la letra pequeña de tu alma
aquello que me llena, lo que leo
detrás de lo que escribes cada día.
Vuelco en un pliego en blanco mi deseo
de saber lo que quieres, hago mía
la tormenta que agita tanta calma.
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