
Ella dijo: “Acércate sin miedo
todo lo que me cubre te sostiene”
Y esa carpa gigante de su pecho,
ese paraguas tierno y espontáneo
hace de mi otra cosa.
Aunque llueva dolor, aunque la noche
deje jirones negros en mi espalda,
y los chuzos se mezclen con mis miedos,
yo me siento a cubierto y arropado.
Que es la inseguridad sino borrascas
que nos calan de dudas, que nos llegan
sin paraguas ni pecho que nos salve.
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