viernes, 23 de julio de 2010

fe


“…Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga…”


Pedro Salinas –CONFIANZA.


No miro, aunque la veo

y noto tan adentro.

A esta fuerza intestina me someto .

Afirmo, asiento, creo.

Se derrama del centro

hacia la inmensidad de mi esqueleto.

Como un torrente quieto,

un interior escorzo, una simiente

plantada y asentada dentro mío

que me lleva del lleno hacia el vacío.

Una certera y prodigiosa fuente

de chorro recio y lento

que puso sobre mí su acento.


Es la fe la certeza

de saber lo que es nada,

de tocar y sentirse lo intangible.

Me arroja con fiereza,

con una intensidad arrebatada

a creer lo que apenas es posible.

Aliento inasequible,

convicción permanente de lo tuyo,

raíz en la caverna de mi luna

donde quedó alojada la fortuna

y donde me hizo suyo.

Pulsión con ánimo de rayo

Tormenta desatada en pleno mayo.


Esperanza que toco

con la punta del dedo y del deseo.

Voluntad voluntaria y sometida.

Siempre lo mucho es poco.

Lo poco de lo mucho saboreo

con esta fe de vida.

Quiero esta luz herida

por esta convicción que va de oscuro

y vuelve hacia lo rojo.

No es necesario el ojo

Sin la vista me siento ya seguro

Por el instinto se afianza

el esqueje que solo es esperanza.


Libre tan obligadamente

De ser libre, y por libre, tan ufano,

liberadamente tan concreto.

Soy, confiadamente,

marchando de tu mano

una puerta que muestra su secreto.

La copa de un abeto

que hace bailar el viento

y que al viento se entrega.

La fe debe ser ciega

y tener en el alma su alimento.

No es virtud, solo un sueño.

Pero si dejas de soñarlo tan pequeño…



1 comentario:

Anónimo dijo...

Somos nosotros los que creamos nuestra propia fe, está en nosotros mismos, ciega, como bien dices, pues somos nosotros los que la guiamos y alimentamos. Somos nosotros los que creemos o dejamos de creer, los que un día nos sentimos perdidos, sin alma, aun a pesar de que está ahí. Y otro, la despojamos de tupidos velos que la enturbian y esconden, y le damos de nuevo la vida, haciéndola crecer, y creciendo nosotros también.

Muacckss!!

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