miércoles, 6 de octubre de 2010

evaluación



“Hace frío esta mañana. Por encima de los olivos la niebla se extiende como un algodonal blanco. Llevamos aquí once largos meses, desplazados, humillados y lo que es peor muy asustados. De todo este tiempo de mensajes obsesivos, machaconamente enviados y apremiantes solo he sacado dos lecciones: La vida no es lo que parece y si; me gustaría poder vivirla echando una mano a todos lo miles de humillados y tan asustados como yo pero que están fuera de este mundo circular de botas, toques de clarín e insignias en las pecheras. El honor es la principal divisa, dicen, pero solo les cabe su interpretación del honor.”

“ Acabamos de llegar Pedro y yo. El guardagujas entro corriendo, pálido como un cadáver, balbuceando algo sobre Manolo y no se que de un accidente en la carretera de Ribarroja. Apenas pude entenderle entre su apremio sofocante y los ladridos de Laika.
Solo podemos ver el coche de Manolo ardiendo empotrado contra el pie retorcido de un olivo, siempre olivos, y su cuerpo reducido a la mitad como una masa negra e informe.
El extintor está agotado y mis manos negras y sin bello me huelen a la cocina que recuerdo entre fajina y fajina. Lloro de impotencia mientras llega una inútil ambulancia con un Jefe de Estación abrumado y silencioso. Miro a Pedro, sentado encima de capó del coche. Su inmensa humanidad se estremece. Desde sus casi dos metros caen lágrimas como las gotas grandes de las tormentas de agosto, y sin decirnos nada nos abrazamos.”

“ El Hospital Doce de Octubre es una masa gigante de hormigón desubicada y sucia. Sucia por dentro y por fuera. El olor de estos centros donde se empeñan en hacinar desgracias siempre me deja una sensación contradictoria. Imagino miserias pero también puedo sentir consuelo, ternura o miedo. Llevo aquí todo el mes controlando a Camilo, uno más de los desesperados que no tienen más cojones que jugársela para poder dar de comer a su gente. Ya poco importa que sea colombiano, que llevara 90 bolas y mucho menos la falsa dignidad del Piloto de Avianca cuando avisó que tenia una contingencia, hipócritas asquerosos, como si no supieran que trasportan cada día muchos de estos arramblados por los cárteles y la puta vida. Ahora solo importa que sobreviva y deje caer por detrás esa carga que se lo esta intentando llevar por delante.
Ayer me hablaba de Valderrama, dice que será el mejor jugador en el Mundial de Italia, y minutos después sus ojos se espantaron, perdidos en el vacío lleno de cucarachas por encima de la colcha de un color indefinido. Mansilla me dice que tranquilo, que ayer intentó arrojarse por la ventana, que es cosa de las subidas que sufre por las filtraciones.
No le dan muchas esperanzas.
Me despiertan dos noches después. Camilo a muerto. Su cuerpo moreno y fibroso no pudo soportar más. Alguien hace una broma: Ha muerto feliz, pero yo no río.”

Mañana me evalúan, dicen. Es gracioso. ¿ Quien puede evaluar una vida? ¿ Quien lo va a hacer?. Los mismos que me han apartado de mi trabajo, los mismos cuya principal divisa es el honor, su honor, ¿ que honor?. ¿ Donde estaban ellos cuando asesinaron a los chicos?
Fui un mar de lágrimas, pero su honor no estaba. Tampoco estaban en los pisos de las entregas, ni en las horas eternas de los apostaderos, ni en los momentos duros de las detenciones. No los vi en Málaga cuando los irlandeses. Ellos no conocieron a Maria, no debieron mirar sus ojos vacíos. Ellos no valoran las horas de sueño perdidas, el nudo en el alma, en el estómago y en la conciencia. Ni el sufrimiento y la renuncia por mi parte y la parte de los míos.
No voy a seguir. Ventisiete años dan para mucho y solo me quedan unas chapas de latón en el mueble del salón, la conciencia tranquila y este sabor amargo en la boca de no poder hacer lo que llenaba una vida.
Mi evaluación es que no se lo merecen.
Estamos en paz.

2 comentarios:

Andaya dijo...

Equiliá, sastamente; conciencia tranquila, trabajo bien hecho. El resto..al resto que le vayan dando; ni un minuto más de tu vida. Tú ya has cumplido de sobra.

aretha dijo...

Pues lo siento, al resto no le pueden ir dando, tengo dos almas vagando por las calles, y solo la luz de "cuatro" que hacen lo que deben

Related Posts with Thumbnails