oye, Luis

Oye, Luis...
A ver chaval, no tan chaval,
mirate mirando a la palmera o la luna
recuerda que la vida te prorrogó el aval
de vida más ajena y oportuna.
Esperanza, esperanza solo hay una
y puede que teñida de arrabal.
Pero los puentes que te desearon
las mantas que te roban los costados
las bocas que te besan,
los hijos que te pesan
los labios deseados
no solo están en tu cabeza,
ni siquiera la llama que te impulsa
calienta los encuentros encontrados
donde se halla la paz.
Llueve sobre mojado
de tu vida convulsa
se desmonta la pieza
del trozo del corazón que te alimenta.
Justamente es injusto
si la vida te enfrenta
a todo lo que tienes entregado,
dar por dar,
sentir por respirar
cuanto te han regalado?
Y vuelves a esperar
dormida la tibieza y tan atenta
que si el dolor empieza
no vuelves fracasado
estás aquí por ti,
por ti has llegado.
A ver, Luis
considera
que nunca es primavera,
solo en el Corte Ingles
de la nostalgia,
olvida la fragancia
de las enredaderas
que querer por querer, que por amar
jamás se dio una brizna
y que justo al revés
por entregar
como mucho te tiene que pasar
ver el color de la elegancia
con que la vida tizna..
Solo presume
que nunca quedo un beso en el bolsillo
que sientes en los ojos ese brillo
que la vida resume:
amar es dar, y dar a fondo
vivir es descubrir
desde lo hondo
y salir incólume.
Todas las acepciones que suspiras
cada cual de los sueños que persigues
aquello en lo que vives
los cielos que respiras
no están de nuestro lado.
Todo lo que consigues
las manos ofrecidas
los cuerpos deseados
las miradas negadas y ofrecidas
y cientos de momentos
de tus vientos
solo son regalados.
Y cada cual que mire
en su pasado.