lunes, 22 de junio de 2009

sin malicia( bueno, una poquita)



Hoy me preguntaste por ese brillito en mis ojos y por mi corte de pelo; te sorprendió mi optimismo, y hasta esa sonrisa que llevo incorporada de serie-bien lo sabes.
¿Y de qué te extrañas? Ya te lo dije, me siento bien, estoy bien, me se plena.
Pero tú no te lo crees, cabezota.
-Ya hablaremos- me dices. Y no hay modo de convencerte de que esto que ves proviene de dentro. No hay factor externo, nada nuevo en mi horizonte, ni falta que me hace.
Ya no busco fuera lo que solo encuentro en mi interior. Y no sabes qué tranquilidad me da eso.
Tal vez esa es la razón por la que pasan los años y la loca del espejo sigue guiñándome un ojo. Y a mí, que me cae francamente bien, me provoca la risa floja y acabo sacándole la lengua.
No te empeñes, niño; lo que ves es lo que soy, no lo que hacen de mí.
Afortunadamente.
Octubre de 2008.

Ciega, sorda, muy ameba y patosa
empujando el carrito con los zancos
zigzagueando digna entre los bancos
¡estabas tan graciosa!

Y yo, que soy obtuso y cabezota
y me desarma de golpe tu sonrisa
solo alcancé a calibrar tu prisa
en esquivar mi jota.

Ya hablaremos, hablamos, sigues siendo,
mejor el tema del espejo lo dejamos
el empeño se alcanza, lo alcanzamos
para seguir viviendo.

Vaya un factor externo que te toca
en tu horizonte nuevo simplemente
soy lo que ves, y siento dulcemente
la lluvia de tu boca.

Afortunadamente hoy son rojos
los tiempos que ayer fueron amarillos
Hoy diría, ¡que preciosos tus ojos
y me encanta el visillo!.

1 comentario:

gloria dijo...

(una poquita, pero preciosa)

Besos

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